jueves, 23 de abril de 2009

TU

Pasa el tiempo y cada día me siento más débil, sin fuerza, ni ganas de seguir adelante. Pero aquí sigo.
Parece que la vida te puso en mi camino y yo no sé como apartar esta piedra que me impide avanzar. No sé siquiera si la piedra eres tú o soy yo.
El mundo sigue un camino sin sentido. No avanza tampoco. Se detiene en horrores y tragedias y, en algún punto, imagino que alguien será feliz. Supongo que hace tiempo, yo también soñé con ser feliz.
Entonces pensaba que la alegría se encontraba en las pequeñas cosas. Los momentos simples y frescos que hacían la existencia soportable.
Hoy ya no encuentro esos momentos. La vida se hace insoportable y sigo esperándote.
Cálida, amorosa y esquiva, como a una amante, que todavía no quiere venir al encuentro.
Me gustaría ir a buscarte, pero no. El tiempo es tuyo, y tú decides. Si yo decidiera sería un desastre.
Habría un cataclismo, y los que me rodean sufrirían. En esta guerra no va a haber daños colaterales.
Pero yo sueño contigo, nadie me lo puede impedir.
Sé que el día que te alcance, me colmarás. Habrá terminado la farsa. Podré respirar. El último suspiro será eterno.
Y tú serás para siempre.