lunes, 1 de febrero de 2010

Sin sueño

Son las dos de la madrugada y aquí estoy, sin sueño. La soledad te deja rota cuando ves partir a tus hijos que han venido a verte. No sabes donde ponerte, ni que hacer. ¡Voy a ver esa peli que tenía olvidada! Y de pronto se apaga la televisión y se te queda cara de idiota preguntándote por qué.
Bueno y que importa la tele. Voy a escribir un rato, tengo mil ejercicios que hacer y no me sale nada. El bloqueo, maldito seas.
A veces me pregunto por qué me empeño en escribir. Yo no tengo imaginación. Todo lo que cuento son cosas de mi vida. Las falseo y quedan como historias, relatos cortos que sólo tienen que ver conmigo y que quizás no le interesen a nadie más. Me parece que me hago autoterapia, que saco mis demonios a pasear intentando que tengan un velo de literatura, que por lo menos por ahora aún me parece barata.. Qué triste.
Pero así son las cosas y cada uno es como es. Yo no sé escribir sobre duendecillos que salen de setas como Quim Monzó y mi profesora parece querer decirnos que es un ejemplo de cómo se escribe relato corto. Y es verdad, que más quisiera yo.
Bueno intentaré no ser tan dramática, usar mucho el recurso de las metáforas y tratar de escribir sobre cosas que no siento. Supongo que el resultado será catastrófico. Peor incluso que ahora.
Algún día dejaré algún relato por aquí, a ver si alguien me dice algo. Y me anima o me hunde en la miseria para siempre. Me voy a dormir. Espero.