Hoy voy a hablar de vosotras. No sé si me saldrán las palabras porque dar las gracias suena a topicazo, pero es que no puedo decir otra cosa.
Gracias por estar, por ser por existir. Recuerdo perfectamente el día que os volví a encontrar, era el 24 de mayo de 2014 y ese día estará siempre marcado en mi memoria porque realmente me cambió la vida. Hacía miles de años que no sabía nada de vosotras pero no lo pareció. Aun me cuesta asimilar la forma en que me acogisteis, el cariño y la comprensión que encontré aquel día y lo fácil que fue conectar con vosotras. Os recordaba, de verdad. Fue muy impactante encontrar a aquellas niñas convertidas en mujeres maravillosas. Pero os reconocí a todas y fui feliz.
Tengo que daros también las gracias por todo lo que me habéis dado, por haber esperado a mis nietos conmigo, por acompañarme cuando me rompí la pierna, cuando me dio el infarto en el ojo, cuando me operaron, me sentí acompañada. Por alegraros por las cosas buenas que me pasaban, por reconocerme en cada uno de mis niños, que son un poco vuestros también. Gracias por valorarme, por quererme, por llevarme a los sitios que no podía ir y ser siempre elegantes y comprensivas, como hacer un sorteo de una entrada para el ballet, y que casualmente me tocara a mí, por llevarme a ver a Serrat, por invitarme a merendar y sobre todo por alegraros tanto cuando me dieron el alta en oncología.
Gracias por apreciar lo que escribo, por animarme a seguir y por ser felices por mi cuando os he contado que había alguien en mi vida. Todo lo habéis hecho vuestro y he sentido vuestra amistad y vuestro calor como un tesoro que guardaré siempre.
Este orden es aleatorio, no hay primera ni última todas hacéis un círculo perfecto y siento no tener las manos suficientes para daros una a cada una y no soltaros jamás y que podáis sentir lo muchísimo que os quiero.
Pilar F, tú eres mi hermana pequeña, mi familia
Pilar SdL, mi otra hermana y me siento unida a ti por muchas cosas
María R. un lujo que me quieras
Marga, la elegancia hecha persona y amiga
Elena, eres una persona maravillosa y acogedora
Mariví, solo te he visto una vez , suficiente para mi
Paloma G, la chica más dulce
Paloma B, mi amiga
Paloma C, importante en mi vida
Carmen, a ti solo darte las gracias por ser como eres
Pilar V, bonita te quiero
Marita, te admiro tanto...
María C, envidia de tu forma de vivir
Eva, la simpatía y la calidez
Isabel, tan preciosa siempre
Silvia, un amor
Julia, no sabes lo mucho que te valoro
Lola, imposible no quererte
Cynthia, volver a encontrarte
Ana, Margarita, Blanca y Diana sois las que menos he tratado, pero os quiero también
Ahora voy a empezar una nueva vida, un nuevo amor, un sitio distinto pero todas os venís conmigo. Por favor
2 comentarios:
Gracias Amparo por tenerme entre tus amigas que también han sido de alguna forma hermanas, éramos unas niñas felices que no sabían que eran felices hasta que la vida paso por encima de ellas como un terremoto, tres amigas, tres historias con mucho amor pero también con mucha tristeza y mucho sufrimiento. Perdimos a seres a los que quisimos mucho y algunos no supieron querernos a nosotras. Las tres tenemos algo en común, las tres somos fuertes, mujeres de bandera que no se quedan en casa llorando, que salen a la calle buscando amor porque no se resisten a que la tristeza sea el eje central alrededor de la cual pasen las cosas, esas cosas que nos quedan por vivir y que estamos más preparadas que nunca para recibirlas con los brazos abiertos ahora que las heridas del corazón parece que empiezan a cicatrizar. Llega el amor cuando nunca es tarde para disfrutarlo, ese amor diferente porque no hay dos amores iguales, más tierno, más sereno, más respetuoso que se sigue llamando amor da igual si es con mayúsculas o con minúsculas, es amor y hay que tratarlo con mimo y regarlo cada día para que salgan brotes de cariño y amistad. Gracias Amparo por ser una persona tan especial, tan bondadosa y tan generosa.
Gracias a tí por todo me siento afortunada de tenerte
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