Me voy dejando el alma en cada rincón. Sin quererlo, sin ser consciente de ello. Poco a poco noto como se deshilacha algo que antes tenía bien cosido a mí. Un desgarrón por aquí, un descosido por allá.. Y no encuentro hilo que aguante, ni aguja que no se rompa.
He empezado con el alma, detrás irá el corazón. Yo soy mala costurera, los remiendos no son lo mío. Los que me he hecho, que son infinitos, no aguantan ni un poquito ya los envites de la desesperanza.
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2 comentarios:
vaya, hacía tiempo que no entrabas y al final has dejado una huella bastante significativa. Tampoco yo entraba desde hace tiempo, si me dices que seguirás escribiendo, me animo ambien y te visito. Tomamos un cafelito una tarde de estas.
Un beso
Tus rincones están llenos de almas, que recitaría el lector de poesía en un bar, aquel bar, aquel día, hace mucho...
Buen, y logrado intento...
Felicidades
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