Me voy dejando el alma en cada rincón. Sin quererlo, sin ser consciente de ello. Poco a poco noto como se deshilacha algo que antes tenía bien cosido a mí. Un desgarrón por aquí, un descosido por allá.. Y no encuentro hilo que aguante, ni aguja que no se rompa.
He empezado con el alma, detrás irá el corazón. Yo soy mala costurera, los remiendos no son lo mío. Los que me he hecho, que son infinitos, no aguantan ni un poquito ya los envites de la desesperanza.
domingo, 8 de agosto de 2010
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